Simba: ¡¡¡Papá despierta!!! Papá, papá,
papápapápapapapapapapa.
Sarabi: Tu hijo está despierto.
Mufasa: En la madrugada es tu hijo.
Simba: Papá, me lo prometiste
Mufasa: Está bien, está bien... ya voy.
(Suben
a una roca grande, desde donde se alcanza a ver todo el reino)
Mufasa: (PISTA 2) Mira, Simba, todo lo que toca la
luz del sol, es nuestro reino. El tiempo de un soberano asciende y desciende
como el sol. Algún día Simba, el sol se pondrá en mi reinado y saldrá contigo
siendo el nuevo rey.
Simba: ¡¿y todo esto será mío?!
Mufasa: Todo, hijo
Simba: Todo lo que toca la luz del sol, pero... ¿Y ese
valle de sombras?
Mufasa: Está más allá de nuestro reino, nunca debes ir allá,
Simba.
Simba: Creí que un rey podía hacer lo que quería.
Mufasa: Ser el rey es mucho más que hacer lo que quieres
Simba: ¿hay más?
Mufasa: (ríe y lleva a Simba a caminar por todo el lugar)
Simba, todo lo que ves coexiste en un delicado equilibrio, como rey tendrás
que entender eso y respetar a todas las criaturas, desde la pequeña hormiga
hasta el veloz antílope.
Simba: pero papá, si comemos antílopes.
Mufasa: sí hijo, te lo voy a explicar. Al morir nuestros
cuerpos alimentan el pasto. El antílope come pasto. Así todos estamos
conectados en el gran ciclo de la vida.
(Entra
Zazú)
Zazú: buenos días alteza, me presento con el informe
matutino.
Mufasa: buenos días Zazú. Adelante.
Zazú: tiene ud. reunión con la alta sociedad de las
jirafas.
Los
elefantes rehúsan a hacer el nuevo plan nutricional, he revisado la solicitud
de los monos y déjeme decirle que no tienen nada claro, siempre van por las
ramas. Los leopardos están molestos porque no se les quitan las manchas; les
dije que lo olvidaran pero no pueden. (Simba da pequeños saltos, tratando de
cazar una mariposa)
Mufasa: Simba, ¿qué haces? no, así no, déjame enseñarte.
Zazú voltéate.
Zazú: Sí, bueno.
Además los elefantes quieren jugar al básquet, y les dije que es imposible, de
donde vamos a sacar zapatillas redondas ¿perdón, qué está pasando?
Mufasa: ¡salto sorpresivo!
Zazú: Salto... ¡¡¡sorpresivo!!! Ay no alteza, es tan
humillante. (Sorpresa y angustia de Zazú, Mufasa le susurra algo a Simba)
Zazú: ¿Mufasa?, ¿qué le dices Mufasa?
(Simba
da un grito casi en el aire y logra tumbar a Zazú. Al otro lado del escenario
se ve a las hienas acechando a un topo, quien logra burlarlas para ir a
reportar el hecho.)
Mufasa: ja ja ja ja ja
Topo: Zazú, noticias subterráneas...
Zazú: Señor, hienas... En las tierras del reino
Mufasa: Zazú, llévate a Simba
Simba: Papá, ¡quiero ir!
Mufasa: esta vez no hijo
Simba: ¡Ayy! nunca puedo hacer nada
Zazú: Ay, Príncipe simba, algún día será rey y podrá
perseguir a esos animalejos roñosos y torpes desde el alba hasta el anochecer.
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